Hoy tenemos enfrente una oportunidad concreta, potente y lista para ser transformada: la industria cannábica, que podría revitalizar nuestra economía y generar miles de empleos si actuamos con decisión y criterio. Mientras otros países avanzan con claridad, Argentina se encuentra en una pausa inexplicable.

Según el informe “El Otro Blanqueo” realizado por la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ, 2024), Argentina tiene la capacidad de generar hasta USD 1.697 millones anuales y crear más de 62.000 empleos directos con la regulación efectiva del cannabis medicinal, recreativo e industrial. Para poner esto en perspectiva, esta cifra es comparable al empleo total del sector automotriz nacional, un motor económico tradicionalmente significativo para nuestro país, que emplea alrededor de 65.000 personas. Este nivel de generación de empleo implicaría no solo mejorar significativamente las cifras de desempleo, sino también revitalizar economías regionales completas, ofreciendo alternativas reales y sostenibles frente al deterioro económico actual.

A nivel regional, estudios como los realizados por la consultora internacional Grand View Research (2024) proyectan que el mercado latinoamericano del cannabis podría alcanzar un valor de USD 1.284,9 millones para el año 2030. Esto significa que cada año, en promedio, este mercado crecería casi a la mitad de su tamaño anterior (un 44,9% más por año), un ritmo de expansión muy superior al de industrias tradicionales como la alimentaria o la textil, que suelen crecer entre un 3% y un 5% anual. Es un indicador de lo dinámico y potente que puede ser este sector si se lo acompaña con políticas adecuadas. Países como Uruguay, México y Colombia están consolidando sus mercados internos. Por ejemplo, Uruguay exportó cannabis medicinal por un valor de más de USD 3 millones en el último año y ya ha superado los USD 27 millones acumulados desde 2018 (El Planteo, 2024). Colombia, por su parte, proyecta que sus exportaciones de cannabis medicinal podrían alcanzar los USD 1.733 millones para 2030 (ProColombia, 2024). En México, con la regulación en proceso, se estima que el mercado podría generar más de USD 5.000 millones anuales y crear hasta 75.000 empleos (Consejo Mexicano de Cannabis y Cáñamo, 2024).. Estos ejemplos muestran que, con políticas claras y apoyo decidido, el cannabis puede convertirse en una verdadera fuerza económica regional, atrayendo inversiones extranjeras directas y fortaleciendo relaciones comerciales internacionales.

Sin embargo, justo cuando más necesitamos reactivar nuestra economía, decisiones gubernamentales recientes han detenido nuestro crecimiento. La suspensión del Registro Nacional (REPROCANN) y la negativa del Instituto Nacional de Semillas (INASE) a renovar permisos para la producción y venta de semillas desde marzo de 2025, han generado una incertidumbre regulatoria preocupante. Según datos del Observatorio Cannabis (abril 2025), estas medidas afectan directamente a más de 56 proyectos aprobados y ponen en riesgo más de 10.000 empleos vinculados a la industria, dejando a muchas familias y empresas en un limbo económico y regulatorio que perjudica notablemente las expectativas de desarrollo.

Esto no es una discusión política, pero sí es claro que hacen falta decisiones políticas concretas para que esta oportunidad empiece a funcionar. Cada día sin decisiones claras es un día en el que perdemos empleos y desarrollo. El cannabis podría generar empleos agrícolas con salarios iniciales cercanos a los USD 900 mensuales y empleos técnicos especializados en calidad, control y biotecnología con ingresos superiores a los USD 1.700 mensuales (Grand View Research, 2024). Además, la recaudación fiscal potencial de USD 441 millones anuales podría reinvertirse directamente en el crecimiento del propio sector cannábico: más investigación, más desarrollo tecnológico, más expansión agrícola. Para dimensionarlo, los USD 441 millones anuales equivaldrían a lo que genera en exportaciones la industria vitivinícola argentina en un año de rendimiento medio, y también se asemejan a los niveles de recaudación que generaba el turismo receptivo en la prepandemia. Esto muestra que el cannabis no solo podría ocupar un lugar estratégico en nuestra economía, sino también funcionar como un motor comparable en peso económico a sectores históricos y consolidados del país.

El desarrollo completo de esta industria también posicionaría a Argentina como un actor clave en un mercado global que ya mueve miles de millones de dólares anuales. Países como Canadá, Uruguay y Colombia han demostrado la capacidad de exportar productos cannábicos con éxito, atrayendo inversiones extranjeras y generando empleos de alta calidad. Argentina podría competir en igualdad de condiciones debido a su clima favorable, infraestructura existente y mano de obra calificada. Nuestra nación podría no solo generar un ingreso considerable por exportaciones, sino también desarrollar nuevas tecnologías e innovaciones farmacéuticas, posicionándose como líder regional en investigación científica y desarrollo tecnológico relacionado al cannabis.

A nivel social, el potencial es enorme: la creación de más de 62.000 empleos directos significaría el sustento estable para decenas de miles de familias argentinas. Regiones rurales y provincias podrían experimentar un impulso económico real, fortaleciendo comunidades históricamente olvidadas por políticas centralizadas. Además, el cannabis regulado podría reducir significativamente la economía informal, proporcionando condiciones laborales dignas y seguras para todos los involucrados, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de amplios sectores sociales históricamente postergados.

Es hora de romper esta pausa y decidirnos a aprovechar esta oportunidad histórica. Los datos son contundentes, las proyecciones son claras y los beneficios tangibles. Si consideramos los USD 1.697 millones potencialmente generados por la industria cannábica, estaríamos alcanzando cifras comparables a las exportaciones anuales del sector frutícola argentino, y en términos de empleo, estaríamos equiparando al sector automotriz. La magnitud del impacto potencial del cannabis demuestra claramente que esta no es una oportunidad menor, sino una chance real de transformar significativamente nuestra economía.


¿Se podrían generar USD 1.697 millones anuales? 

Con esa cifra, podrías construir una escuela nueva por semana en cada provincia del país durante un año entero. O financiar toda la obra pública anual de una provincia mediana como San Luis. 


¿Se crearían 62.000 empleos? 

Es como darle trabajo a todos los habitantes de una ciudad como Concordia. O, si querés otra imagen, es como llenar más de 1.300 colectivos escolares 🚍🚍🚍 repletos de trabajadores nuevos cada año.


¿Se podrían recaudar USD 441 millones anuales?

 Eso alcanzaría para construir unos 90 hospitales nuevos 🏥, o también para pagarle un año entero de sueldo a más de 25.000 docentes.


¿Qué impacto tendría en el campo y la exportación? 

Sumando cannabis a la matriz productiva, podríamos generar una nueva “pampa verde”, como la soja en su momento, pero con un cultivo mucho más versátil y sostenible.


Si no tomamos decisiones, no solo seguimos perdiendo trabajo y desarrollo, sino que dejamos pasar una chance que pocas veces se da.

El cannabis puede ser mucho más que un debate: puede ser futuro, trabajo y crecimiento real.

La oportunidad no va a esperarnos para siempre. Es hora de que la aprovechemos. 


Fuentes:

• Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ) - Informe “El Otro Blanqueo” (2024): observatoriocannabis.unpaz.edu.ar

• Grand View Research - Latin America Cannabis Market Report (2024): grandviewresearch.com

• Revista THC - Noticias de Cannabis Argentina (abril 2025): revistathc.com

• Observatorio Cannabis (abril 2025): observatoriocannabis.unpaz.edu.ar

• El Planteo - Exportaciones de Cannabis en Uruguay (2024): elplanteo.com

• ProColombia - Proyección Exportaciones de Cannabis Medicinal (2024): procolombia.co

• Consejo Mexicano de Cannabis y Cáñamo - Industria del Cannabis en México (2024): thelogisticsworld.com

• Ministerio de Economía Argentina - Informes Sectoriales: argentina.gob.ar/economia/sectoria 


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